La vida no se trata de una persona en específico para poder ser felices o tener esa motivación para sobrevivir a la misma.
El simple hecho de usar la palabra sobrevivir ya la hace lo suficientemente mediocre y triste.
Como seres humanos, la necesidad principal que debemos entender es el poder cambiar la situción y la forma en que esta llega a nuestra mente. Dejar que nuestros sentidos expandan su capacidad y funcionalidad para percibir el mundo de forma diferente.
Ser feliz, mas que un sentimiento, es una desición. Es tomar el control de lo que nos sucede y aprender a dejar ir todo lo que no nos deja crecer o llegar a esa meta que debemos tener.
He aprendido en este tiempo a ver detalles, a no dejar que pensamientos entren a mi y naden por horas en mi mente.
No es necesario un sentimiento para plazmarlo en papel. No necesito estar enamorada de una persona para escribir acerca de lo que esta me hace sentir.
Tomandome solo un momento para admirar la belleza que hay a mi alrededor, disfrutar a mi familia y a mis amigos, el paraíso dónde vivo, del viento, del sol, de todo; he encontrado así la inspiración.
Fijé mi atención en un par de ojos cafes, que a pesar de que dificilmente pasan desapersibidos, en algún otro momento los habría ignorado.
Dejé que mis sentidos se llenaran de talento, me enamoré de una guitarra y la voz que dulcemente la acompañaba.
Tuve un Buenos días mas lleno de amor que cualquier mensaje.
Desperté con el beso de una pequeña personita que me mira como en mucho tiempo nadie lo hacía.
¿Por qué llorar por cosas vanas? ¿Por qué recordar un 15 de septiembre y no un 30 de mayo?
¿Por qué quedarme con un sabor tan fuerte y desagradable cuando la vida me premia con crepas de chocolate, philadelphia y cajeta?
Tengo una sonrisa aún mas valiosa que la que tuve hace algunos meses. Mi motivo no es una persona, es la vida misma.
No depender de nada para ser feliz. Tomar las hojas secas y bailar con ellas, dejarme llevar por el viento.
Hacer de mis palabras un festín, una celebración a cada una de las piezas extraordinarias que componen mi mundo.
Una cáscara, una casa vieja, una lágrima, unas manos, un color, un sonido... no me importa.
Quiero extaciarme de mi mundo, de tu mundo. Enamorarme de cada detalle.
Mirar en mi madre la obra de arte que es.
Tratar a mi padre con el fino cuidado hacia la pieza frágil y valiosa que es.
Llenarme del aroma de la cocina de mi abuela y de la suave caricia del invierno que ya está aquí.
Deleitarme, dejarme sentir, disfrutar... VIVIR.
Aprendí a volar sin dejar de pisar el suelo.
Aprendí lo que significa el amor.
Pasa muy rápido el tiempo y yo aún no puedo levantarme de donde estoy.
Es tan cómoda la desnudez de mi cuerpo, el cantar de aquella ave, el ruido de la calle, las gotas que recorren cada parte, el aire fresco que enfatiza mi fragilidad.
¡Qué hermosa es la madera!
¡Podría hacer poesía de cualquier cosa!
Yo soy amor, yo tengo amor.
¡Qué deliciosa es la vida!
¡Qué gran artista es Dios!
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